Por suerte, en los últimos años no he tenido necesidad de recurrir a medicamentos, ni químicos ni naturales, pero sí que siento que el día que los necesite, quiero poder elegir y recurrir a los que considere.
He recibido este vídeo para firmar una petición que me parece de lo más razonable.
    Cada firma suma.
    http://www.ipsn.es/video/peticion/Peticion1209.html
    
    Imagine que su hijo, o su pareja, estuviera gravemente enfermo.
    Y que existe un remedio natural, sin peligros ni efectos secundarios,
    que quizás podría curarle.
    ...
    
    Pero la Unión Europea le prohíbe utilizarlo.
    
    En cambio, las autoridades le obligan a darle medicamentos químicos
    con efectos secundarios potencialmente muy graves.
    Usted no tiene elección.
    Esta absurda pesadilla es una realidad inminente que amenaza a Europa
    y a todos sus habitantes, incluidos usted y yo.
    
    Después de años de lobby, las multinacionales farmacéuticas están
    logrando su objetivo:
    Un nuevo reglamento draconiano de la Unión Europea hace peligrar a
    miles de remedios medicinales naturales utilizados desde hace siglos y
    que no tienen los efectos secundarios de los medicamentos modernos
    derivados de la petroquímica.
    
    Esto afecta a muchísimos productos naturales, incluidos remedios para
    el corazón, las arterias, las articulaciones, el azúcar en la sangre,
    los huesos, la memoria, la digestión, el sueño, la vista, la
    depresión, la fatiga.
    
    Se trata del Reglamento 1924/2006/EC sobre productos de medicina
    natural que declaran tener propiedades saludables.
    
    Este nuevo reglamento exige a los vendedores de estos productos
    obtener una autorización especial de Bruselas para poder informarle a
    usted, verbalmente o por escrito, de las propiedades beneficiosas de
    los productos naturales.
    
    Esta autorización la concede un organismo, la EFSA (Agencia Europea de
    Seguridad Alimentaria).
    
    El problema es que tarda de tres a cinco años en tomar sus decisiones.
    Pero lo más grave es que de las 44.000 solicitudes de autorización
    para poder declarar propiedades "saludables" registradas desde 2008,
    la EFSA ha autorizado hasta ahora... ¡sólo 222!
    
    Se trata de una ofensiva sin precedentes contra nuestro derecho a
    curarnos de forma alternativa a la medicina convencional occidental.
    
    Y el objetivo de este bloqueo es muy claro:
    
    Garantizar beneficios de miles de millones de euros en los próximos
    años a la industria farmacéutica, obligando a los pacientes a usar sus
    medicamentos, a falta de alternativas.
    
    Pero hay esperanza:
    
    En Inglaterra, una asociación muy activa a nivel europeo, la Alianza
    para la Salud Natural, está organizando protestas y enviando correos
    electrónicos a gran escala a diputados europeos.
    
    En Bruselas, el Instituto para la Protección de la Salud Natural ya ha
    recogido 250.000 firmas de protesta en Francia, Bélgica y Luxemburgo.
    
    En España, hasta ahora no ha habido ninguna gran movilización en este sentido.
    
    
    Por ello, el IPSN, respaldado por un grupo de médicos, pacientes y
    ciudadanos españoles, ha decidido comenzar a actuar también aquí. Y le
    hacemos un llamamiento urgente.
    
    Desde el Instituto para la Protección de la Salud Natural en Bruselas,
    permítame que le pida lo siguiente:
    
    Actúe. Firme la petición que aparece abajo en contra del Reglamento
    1924/2006/EC. Con este gesto, y entre todos, defenderemos la Salud
    Natural en Europa.
    
    Aunque nunca nadie había pensado antes poner límites a la libre
    circulación de los complementos alimenticios naturales, sin embargo
    los burócratas de Bruselas han decidido ahora cambiar esta situación.
    
    Para ello, han decidido obligar a los fabricantes a obtener informes
    de expertos, realizar estudios clínicos y preparar expedientes que
    cuestan una fortuna, incluso para remedios que han sido utilizados sin
    ningún problema ¡desde hace cientos de años!
    
    Se habla de un coste de 105.000 a 180.000 € por cada suplemento dietético.
    
    Esto se hace, obviamente, en nombre de "la seguridad del paciente".
    Sin embargo, el único resultado concreto será la desaparición de
    cientos de productos naturales utilizados hasta ahora sin ningún
    peligro para la salud.
    
    Y lo que es peor, el organismo responsable trabaja tan lentamente que
    supone una amenaza para miles de pequeños productores, que se
    encuentran en peligro de desaparecer.
    
    Hasta se podría pensar que lo hace a propósito.
    
    Por poner un par de ejemplos: decenas de expertos, que representaban a
    27 países, dedicaron casi dos años para que el comité responsable de
    preparar las opiniones de la Agencia Europea del Medicamento sobre las
    hierbas medicinales reconociera a las semillas del hinojo común sus
    propiedades como expectorante antiespasmódico o digestivo,
    indicaciones conocidas desde hace siglos en la tradición popular
    euromediterránea y china.
    
    El caso de la hoja de vid roja necesitó aún más tiempo: tres años.
    
    No obstante la vid roja es un remedio conocido desde hace décadas para
    mejorar la circulación sanguínea. Docenas de estudios científicos han
    confirmado su eficacia y su inocuidad.
    
    Hasta la fecha, más del 95% de los expedientes de los productos a base
    de hierbas que se han presentado han recibido una respuesta negativa
    por parte de la EFSA.
    
    ¿La razón? Que emite sus decisiones aplicando el mismo modelo
    -demasiado estricto- reservado a los procedimientos para los
    medicamentos químicos.
    
    En definitiva, el Reglamento 1924/2006/EC es el mayor ataque jamás
    realizado al derecho a la información de los enfermos.
    
    ¿Cómo puede usted saber, sin ser un especialista, que:
    •el ácido alfa lipoico, un antioxidante multifuncional, es de un
    incalculable valor para las personas con diabetes, prediabetes y para
    las personas con neuropatías (incluyendo dolores nerviosos)?
    •que la Co-enzima Q10 y la carnitina son muy importantes para la salud
    cardiovascular, sobre todo para las personas que toman estatinas
    (fármacos contra el colesterol)?
    
    •que la glucosamina y la condroitina ayudan a millones de personas que
    sufren dolor en las articulaciones?
    
    •¿o que los ribonucleótidos, tomados por las personas que tienen un
    sistema inmunológico debilitado, fortalecen las defensas naturales y
    restauran el equilibrio gastrointestinal?
    La respuesta es muy sencilla: usted ya nunca podrá tener esta
    información, y lo más probable es que no tenga más remedio que
    recurrir a los medicamentos químicos producidos por la industria
    farmacéutica.
    Estamos ante un escándalo sin precedentes y, según algunos, el momento
    elegido para aprobar este reglamento no es en absoluto casual.
    Porque lo cierto es que la aprobación de este reglamento era un asunto
    urgente... para la industria farmacéutica, que lo necesitaba para
    consolidar su posición dominante, en un momento en el que se encuentra
    cuestionada.
    
    La credibilidad del sector farmacéutico se ha puesto en entredicho por
    escándalos recientes, como los de los fármacos Vioxx (un
    antinflamatorio retirado del mercado porque triplicaba el riesgo de
    infarto) y Avandia (un antidiabético también retirado de las
    farmacias, después de que se demostrara que aumentaba el riesgo
    cardiovascular de los pacientes que lo tomaban).
    
    Los expertos hablan de decenas, de cientos de medicamentos tóxicos que
    deberían ser prohibidos.
    
    Por otra parte, en España, la crisis económica y la reciente exclusión
    de cientos de medicamentos de uso común de la financiación de la
    Seguridad Social (junto al aumento del copago por parte de los
    ciudadanos de los fármacos que sí sigue financiando), animan a los
    españoles a recurrir a los remedios naturales, en muchos casos más
    baratos, libres de efectos secundarios y a menudo igual de eficaces.
    
    Por ello, era urgente para la industria farmacéutica suprimir las
    otras alternativas existentes.
    
    Y el nuevo reglamento europeo representa la panacea para esta
    industria, pues le va a asegurar sus miles de millones de ganancias
    anuales durante las próximas décadas.
    
    ¡Indígnese! Y, por favor, firme la petición que encontrará abajo.
    
    España, como país miembro de la Unión Europea, deja las manos libres a
    Bruselas para imponernos normas que no nos convienen.
    
    Durante mucho tiempo, esto no ha supuesto grandes problemas en la
    mayoría de los países.
    
    Pero hoy la situación en algunos de ellos está tomando un cariz
    preocupante. Por ejemplo en Francia:
    
    •Una asociación francesa ha sido llevada ante los tribunales por la
    "venta ilegal" de simples semillas de tomate y otras frutas y
    verduras.
    
    •Un horticultor fue sometido a un registro policial, siéndole
    incautado su ordenador por la Dirección General de Consumo por haber
    utilizado estiércol de ortiga para el cuidado de su jardín.
    
    •Una empresa, también en Francia, fue condenada por la venta de la
    planta "cola de caballo" sin autorización de la Unión Europea.
    
    •Algunos bioagricultores han sido acusados de recomendar un "pesticida
    prohibido"; en realidad se trataba de aceite de neem, utilizado desde
    hace siglos por los hindúes como antiplagas.
    
    Y remedios tan sencillos como las cápsulas de ajo o la infusión de
    romero se encuentran hoy cuestionados.
    
    Es algo lamentable que vulnera los derechos de los enfermos y que
    ataca a los pequeños productores locales.
    
    Es por ello que estoy seguro de poder contar con usted para firmar
    nuestra petición.
    
    Sólo luchando activamente por nuestros derechos podremos detener la
    iniciativa conjunta de las multinacionales farmacéuticas y la Unión
    Europea.
    
    Hay un viejo refrán perfectamente aplicable a esta situación que dice
    que "quien calla otorga".
    
    Si usted no firma esta petición, los burócratas europeos deducirán que
    a nadie le preocupa su reglamento.
    
    Ellos pensarán que este enorme regalo que le hacen a la industria
    farmacéutica y a la industria agroalimentaria no ha despertado la
    indignación de nadie.
    
    
    Así que, por favor, manifiéstese, porque éste es el momento de la verdad.
    
    Su firma dará la legitimidad democrática decisiva a las gestiones que
    desde el Instituto para la Protección de la Salud Natural estamos
    realizando.
    
    Y después de firmar la petición, por favor, reenvíe este mensaje a
    todos sus contactos.
    
    Dígales que es el momento de actuar.
    
    No hay tiempo que perder.
    
    Muchísimas gracias.
    Augustin de Livois
    Presidente del Instituto para la Protección de la Salud Natural
    http://www.ipsn.es/
    Organización sin ánimo de lucro de acuerdo a la ley de 27 de junio de 1921
    Subject: FW: Rv: Actua ante el intento de prohibición de remedios y terapias naturales!!
    Date: Thu, 27 Sep 2012 10:46:45 +0200